lunes, 22 de diciembre de 2025

Rondalla decembrina (onceava salida...)


Rondalla: Conjunto musical de instrumentos de cuerda; cuento, conseja, romance; conjunto de personas que van tocando y cantando por la calle.


Edición: Manuel Cabesa

Nota: Rebeca Morales Vitas 


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Rondalla


Se ilumina el cielo nocturno al llegar la navidad y los niños sonríen ingenuos con sus corazones rebosantes de paz, corriendo por las calles llenas de algarabía, desbordando felicidad.

 

 vitas




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Balada azul para Aquiles y María


-Ninfa Monasterios Guevara-

La poeta descalza

(El Limón/Maracay)


Llegado el tiempo de pascua, María Establo, es un regazo de tul. Su vientre cuna, abriga las flores que comerá el caballo bien bonito de Aquiles Ternura. En su cabeza, lleva María, guirnaldas hechas de pícaros besos que Aquiles le lanza todas las mañanas.

Aquiles Gaviota, se sienta sobre un globo de colores y contempla el andar suave de aquella, su María Dama. Y si en el globo, ve el rojo, imagina a Maria como una manzana dulce, chiquita, de las que nacen por los lados del Jarillo, que son más sabrosas que las que traen en cajas. Y se imagina saboreando su mano manzana, su corazón manzana. Mas, si el globo, le muestra el amarillo, entonces Maria Dedal, se vuelve oro de sol, incandescente, luminosa, radiante, casi inalcanzable. Apacible costurera remendona de corazones rotos. Pero si el globo le muestra el azul, María Cielo, se vuelve mar profundo, canica traviesa, espejo de agua, donde Aquiles Pajarito, chapotea, después que bañarse en la lluvia. La lluvia, que también es María Piano. La lluvia que revienta melodías, en el techo de zinc que cobija el nacimiento.

Porque es Pascua, la época más bonita del año, la que le gusta al Aquiles Niño. Y su María Estrella, es un anuncio de buenas nuevas, de juguetes de madera, de copos de algodón.

Aquiles Campana, sale a volar un cometa. María Ilusión, le presta su trenza de nubes, para que sea la cola de ese volantín de sueños.

Aquiles y María, azules, como el cielo, se miran con ojos traviesos y se aman, con un amor que es como las puyas: entrañable y capaz de brindar los dulces mas ricos y las alegrías más inolvidables.

María Lucero, alumbra el camino de Aquiles Caballo , y se van juntos, como buscando los pasos de Juan Carabina.

1 comentario:

  1. Hermoso texto, recuerdo de lecturas y canciones de la niñez.

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Un abrazo,
Rafael Ortega