-Rafael Ortega-
Desde niño, Danilo Seijas (La
Victoria, 23/05/1954) mostró su pasión por el arte. Cuando un lápiz o un creyón
caían entre sus manos, se dedicaba a plasmar en las paredes de su casa las
figuras que habitaban en su subconsciente. Sus padres, Marco e Isolina, se
preocupaban porque les parecían muy extraños los trazos –tan fuertes y rígidos-
que hacía su pequeño hijo.
“Ellos (sus padres) me
preguntaban: ¿por qué no pintas a la Virgen María o al Niño Jesús, que son más
bonitos, en lugar de hacer esas cosas tan feas?”, rememoró el artista.
Con el
tiempo, Marco e Isolina se fueron acostumbrando al estilo artístico del
muchacho y empezaron a comprarle cuadernos de dibujo, lápices y creyones con la
condición de que no siguiera rayando las paredes del hogar.
Fue entonces cuando comenzó a
hacerles retratos a todas las personas que visitaban su vivienda y alguien que
apreció su talento le sugirió a Isolina que lo inscribiera en un curso de
pintura para que aprendiera mucho más sobre el mundo del arte.
“Empecé a recopilar todos mis
dibujos dentro de una carpeta y se los mostraba a la gente”, acotó.
Debido a que en aquellos tiempos
no era bien visto que un joven tuviese inclinaciones artísticas porque “eso no
deparaba un buen futuro”, Danilo decidió “falsificar” la firma de su padre para
poder inscribirse en la Escuela de Artes Visuales Rafael Monasterios porque aún
era menor de edad.
“Tuve que meter un embuste. Dije que
mi papá estaba muy lejos y se encontraba enfermo, por lo que no podía
trasladarse a Maracay”, comentó con gracia.
Desde ese momento comenzó sus
estudios regulares en Arte Libre y Arte Puro, bajo la tutela de los profesores
Roberto González, Edgard Guinand (Premio Nacional de Escultura 1965), Héctor
Chastre, Aquiles Ortiz, entre otros.
A la edad de dieciocho años,
Danilo tuvo que retirarse de la EAVRM debido a que tenía que cumplir con el
Servicio Militar Obligatorio; no obstante, al ser dado de baja prosiguió sus
estudios de manera inmediata.
“Allí permanecí por dos años,
pero no logré egresar de la escuela de arte porque debía cumplir con las
obligaciones familiares”, comentó.
Sin embargo, su inquietud lo
condujo a cursar estudios técnicos en el área del dibujo, obteniendo un empleo
en el Departamento de Planeamiento Urbano del Concejo Municipal de Girardot. De
manera paralela, Seijas desarrollaba sus trabajos artísticos conjugándolos con
el dibujo técnico.
Con respecto a su participación
en concursos, bienales, exposiciones colectivas e individuales, Danilo citó el
Salón Tito Salas, auspiciado por la Cámara de Comercio e Industrias del estado
Aragua; XXI Salón Municipal de Girardot, Bienal Nacional de Cagua, Salón Castor
Vásquez, Presencia Cultural de los Estados (Aragua, Carabobo y Miranda) en
Caracas, XVIII Asamblea Nacional de la Asociación Internacional de Críticos de
Arte (AICA), Salón Nacional de Artes Plásticas en el Museo Alejandro Otero,
XXVI Salón Nacional de Arte Aragua y la I Bienal Nacional Fundación Festivales
de Carabobo (Homenaje a Nelson Mandela) en el Museo de la Cultura de Valencia.
Danilo reconoce entre sus
influencias las obras desarrolladas por maestros del arte como Leonardo Da
Vinci, Miguel Ángel Buonarroti, Auguste Rodin y Marcel Duchamp, al igual que
admira el trabajo de creadores contemporáneos como Edgar Salas, Roger Sanguino,
Rubén Núñez y José Vicente Blanco, entre otros.
A su juicio, algunos de sus
trabajos podrían ser calificados como “abstracto figurativo”, especialmente sus
tallas en madera, ya que combina elementos geométricos con imágenes de aspecto
humano.
“Yo parto de lo figurativo porque
los rostros representan una pasión, un sentimiento, y luego me traslado hacia
el abstraccionismo”, argumentó.
En su continua búsqueda de
expresión a través del arte, Danilo se inscribió en el Taller de Xilografía y
Chinagrafía, dictado por el maestro cubano Carlos Del Toro, quien fue invitado
por el Gabinete Regional del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.
“El artista visual tiene que
fijarse en todas las manifestaciones de la Naturaleza, además tiene que
investigar mucho hasta dominar la teoría, al igual que debe tener disciplina y
constancia”, recomendó.
Finalmente, Danilo hizo un
llamado a los jóvenes que se interesan por la cultura para que tomen en serio
esa inquietud innata por desarrollar su trabajo creativo y cursen estudios
formales de arte como si se tratara de una misión de vida.
“El arte es sublime, es lo que
salvará a la humanidad. El arte no se riñe con nada ni con nadie; al contrario,
aporta, da, dona, cede conocimientos, experiencias y ejemplos”, reflexionó.
Saludo y muchas felicitaciones
ResponderEliminarPara mi Colega y Amigo
Danilo..
Éxitos
De parte de Antonio Hernández (Artista visual del Municipio Libertador de Palo Negro )
Tengo obras de Danio, una muy hermosa que le compre hace unos años y la tiene una hija que me dio la vida en su casa de Caracas, le encanto desde que la vio. Otra, una escultura y unos dibujos pequeños que me regaló. Excelente la entrevista . Un abrazo a Danilo.
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