¿Palabras?
Sí, de aire,
y en el aire perdidas.
Octavio Paz
Selección y edición: Manuel Cabesa
Presentación
Una nueva generación se abre paso dentro de la poesía aragüeña; una generación que apenas está abriendo los ojos a la vida, pero que ya está consciente del valor de la poesía como medio de expresión.
Altair Abarca es una de estas jóvenes que ha buscado en la poesía y el dibujo una manera de definir su visión del mundo. Participó en un taller de poesía a los 13 años y a partir de allí comenzó a escribir. A los 15 años se inscribió en el taller de la Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla, facilitado en aquel entonces por Skarlet Boguier.
Un mundo que está plagado de nostalgia por la infancia que apenas termina y la incertidumbre de una vida que es apenas una niebla llamada futuro.
Aún así, con un tono preciso, vigilante, Altair posee la madurez suficiente para afrontar, por intermedio de la imagen, esas pequeñas pérdidas afectivas que con el tiempo irán trazando la geografía de su carácter.
***
Poemas de Altair Abarca
Poema VII
He sentido el martirio de olvidarte
de olvidar esos tiempos donde salía
un mismo sol, donde me sentía segura
en tu noble regazo, cuando existía
nuestra colmena de amor,
cuando tan solo me perdía en tus
inolvidables ojos azulejos y navegaba
en los sonidos de cada amanecer…
***
IV
La tarde se inclina para que llegue la noche
se desvanece poco a poco
esa noche se mete por debajo de la puerta
del cuarto, llega hasta allí
se asoma hasta la cama y solo la encuentra
habitada por creyones, lápices, sacapuntas
el cuaderno de física, aliado al de matemáticas…
en completo silencio
invoco volver a los trece.
***
Poema II
Carros, seres que van y vienen, el semáforo
con su trilogía de colores que animan la avenida
amarillo, verde, rojo avanzar
qué diferencia habrá entre el andar, esperar y seguir
como máquinas alienantes, andantes
sin destino propio
***
Poema V
El sol entra por el salón de clases
me indica ya es mediodía, volver a la calle
suena el timbre de salida,
juntos sonriéndonos de las ocurrencias
del profe Jesús, salimos a la calle,
la acera caminamos sin pisar una filita de hormigas
que van despacio cargadas de alimentos
en la avenida de nuevo el semáforo y sus carros
las madres con sus hijos,
y nosotros viendo caer las flores de la mata de Acacia
que con su picardía llegan sonrientes
hasta mí
***
Poema IV
Estoy prendida de tantas rosas, amarillas, rojas
me preguntas ¿cuándo nos vemos?
cuando suene el otro timbre
¿a la salida?
atónita pienso en aquella ecuación trigonométrica,
sonriéndome con malicia
sobre la hoja cuadriculada
***
Poema VI
A mi Nana, Elena
Soy un pájaro que vuela, libre
tan alto sin miedo, te pienso
y siempre vienes a visitarme
te veo en cada fotografía que
adorna tu casa,
en cada mañana al despertarme
en cada atardecer y a veces me pongo
a pensar:
¿Serás tú, mi entrañable
Nana?
Bellos poemas, cargados de ternura, picardía y nostalgia infantil, despierta el niño que duerme sosegado en el regazo de la memoria. Felicitaciones para esta niña poeta. Argenis Díaz.
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