Nadie lo sabe
pero estos últimos años
mis ilusiones se apagaron,
mi fe y esperanza estaban rotas
como cuando quiebras un espejo
Pedazos que cuando intentas unirlos
no le encuentras forma
ni sentido
y te dices: no hay remedio
Para su forma de ser
para su pasado
para ella
Muchos se cansaron
de ver esos pedazos
en el piso
y fueron incapaces
de levantar alguno
Pero suerte lo tengo a él.
Él sabía que esto pasaría
él sabía que todo
estaría destrozado, roto y en pedazos.
Sin embargo
él me acepto
tal y como soy,
no me juzgó.
Me comprendió
me ayudo con sus palabras,
y con su amistad
me dio la fuerza que necesitaba
para recoger esos pedazos.
Me enseñó
que no importa
si los vuelvo a pegar
jamás quedarán igual,
y eso está bien
porque todo en la vida cambia
y también sanas.
***
No soy de hierro pero tampoco de cristal.
Me la paso descargando canciones, pero al final termino escuchando
las mismas de siempre.
Me gusta mi soledad,
aunque a veces me pone triste.
Aprecio la compañía,
pero por otro lado amo la soledad.
No me gusta demostrar debilidad,
pero suelo ser muy sensible.
Soy muy sociable,
pero también tengo mis silencios.
Me encanta comentar mis sueños,
pero la verdad es que poseo secretos que sólo yo misma sé.
IG: @reimararcia
De pequeña andabas con tu espejo. Te veías libre y Pura. Hoy tropieza el espejo, sigues igual.
ResponderEliminarMe parecen muy buenos estos poemas de la joven Reimar Arcia,
ResponderEliminarhablan de una intimidad juvenil, quiero decir: como toda muchacha de su edad tiene sus búsquedas y sus anhelos; pero también sus dudas y temores.
Todo esto está delicadamente expresado en sus palabras, donde no hay espacio para las tristezas ni las lamentaciones.
Esperemos que nuestra novel poeta se mantenga en esta ruta y que podamos a futuro seguir disfrutando de su trabajo que apenas se inicia.
Manuel Cabesa