domingo, 9 de noviembre de 2025

Ocho poemas inéditos de Freddy Borges

Pablo Picasso, Dos figuras, 1904


Dos restos soy de mi

uno va a casa

otro va al trabajo 


Dos restos 

el de los bares

y el de la casa vacía 


Dos veces uno de mi

dos restos como digo

de buen traje 

en camisa y corbata 

o el sin corbata

con la camisa afuera.


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La lluvia llega 

deja un olor 

de estrecho callejón

tan intenso 

sobre la mesa

que sabe a té negro 

este silencio.


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En un acto suicida 

el poema

se hace grande. 


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Entre las sombras

de la plaza San Juan

algunas luces de neón 

también se han ido de viaje. 


Entro al local de Danny

después de dos horas

comienzo a preguntar

si alguien ha visto 

mis llaves.


A barra llena

no daba con nada

en los bolsillos.


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En medio 

de las horas 

y las calles 

inmolados soñadores

toman asiento 

en puestos pasajeros 

para pasajeros.


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De nada valieron 

las señas

la excavadora vino 

y rompió la acera

tumbó un árbol 

destrozó calle

dañó avisos

matas y tuberías

la orden fue de arriba

después

a pesar de los reclamos 

dejó todo amontonado

en frente de la casa.


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Venirse a menos 

de alumbrada

y alegre calle 

a intransitable

y oscuro callejón.


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Las aceras

al mediodía 

sufren

las mismas cosas 

de tres y seis 

de la tarde 

solo en las noches 

entre soledades

y ráfagas de neón 

van aliviando 

el dolor 

de las pisadas.


Del poemario inédito: Voz de asfalto

2 comentarios:

  1. Poeta Freddy el contenido de las letras despierta el umbral del pensamiento. Saludos.

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  2. Exquisito el aroma que desprenden estos versos,
    un efluvio rebelde, libertario y callejero, saben a la ciudad que amamos y perdimos.
    Estoy agradecido.
    Saludos. Robin Camero

    ResponderEliminar

Los blogs se alimentan de palabras, gracias por dejar sus comentarios en el mío.
Un abrazo,
Rafael Ortega