viernes, 7 de noviembre de 2025

Granos de sonido (II)

 


-Roberto Santana- 


Diamanda Galás: La serpenta canta — El lamento de un blues operístico


La serpenta canta, lanzado en 2003, marca un punto de inflexión estilístico en la carrera de Diamanda Galás. Tras décadas dedicada a la vanguardia más extrema y a ciclos temáticos de confrontación (Plague Mass, Defixiones...), este álbum en vivo opera como una sublime desnudez que, paradójicamente, amplifica su poder visceral. La artista griega-americana se despoja de gran parte de los elementos electrónicos y corales para centrarse en la configuración más íntima y directa: voz y piano solista.


El contexto biográfico y la evolución estilística


Biográficamente, este período de la carrera de Galás representa una consolidación de su identidad como virtuosa del piano y una conexión explícita con sus raíces. Si bien su obra previa, como Defixiones, Will and Testament (2003, que es coetáneo a este álbum, centrándose en el genocidio anatolio y la memoria), utiliza la voz como un instrumento de terror y dolor político-histórico con complejas estructuras operísticas, La serpenta canta redirige esa intensidad hacia el blues y el gospel.

El álbum es un repertorio de "canciones de amor homicidas", cubriendo temas de traición, desesperación, cárcel y desamor a través de versiones de gigantes del blues y soul (John Lee Hooker, Blind Lemon Jefferson, James Carr). Las letras, aunque no originales, se convierten en la temática personal de Galás, recanalizando la ira y el dolor que antes dirigía a los males sociales.


Trascendencia y aporte al género


La trascendencia de La serpenta canta reside en su re-africanización de la canción.

•Aporte al Piano Blues: Galás no interpreta los standards de blues o gospel de forma tradicional; los desfigura a través de su lente vanguardista. Su técnica pianística es igualmente implacable, utilizando la resonancia, el clúster tonal y la percusión para crear un sonido que evoca tanto la suciedad de la taberna como el tormento de la celda de manicomio. Es un piano blues operístico que fusiona la técnica bel canto de su voz con la crudeza del Delta del Mississippi.

•Aporte a la Música Experimental: El álbum demuestra que la música experimental no requiere noise o electrónica para ser radical; la emoción cruda y la modulación vocal extrema son suficientes.

El siguiente álbum en vivo, Guilty Guilty Guilty (2008), continuaría esta línea, profundizando aún más en las baladas de asesinato y la vulnerabilidad, pero La serpenta canta es la primera declaración unificada de Galás en este formato. Es un exorcismo de piano y voz, donde una serpiente canta la agonía del corazón humano.

La serpenta canta es excelente por su valentía estilística y su impacto emocional demoledor. El álbum triunfa al tomar géneros fundacionales como el blues y el gospel y someterlos a la visión intransigente de Galás, resultando en una obra de arte inmensamente poderosa y coherente. Si bien podría no alcanzar la densidad conceptual del ciclo Defixiones, Will and Testament (lo que lo dejaría a un paso de ser esencial), su maestría pianística y su poder vocal sin parangón, aplicados a un repertorio tan íntimo, lo hacen un testimonio discográfico imprescindible de la artista.





Diamanda Galás - La serpenta canta (2003)


Estados Unidos


Piano Blues con marcados matices de música experimental










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Rafael Ortega