Trespass (1970): El umbral de la leyenda
-Roberto Santana-
El 23 de octubre de 1970, un joven quinteto británico llamado Genesis publicó su segundo álbum, Trespass, y con él, se consumó una silenciosa pero total revolución. Su debut, From Genesis to Revelation (1969), fue un titubeo adolescente, un mero ejercicio de pop orquestal de canciones cortas, pero Trespass es la irrupción de un sonido nuevo, la primera vez que Genesis se atrevió a ser Genesis. Es la declaración fundacional de una de las bandas capitales del rock progresivo sinfónico.
De la canción al ensayo sinfónico
El estilo de Trespass es una fascinante amalgama de rock sinfónico y folk pastoral. La música se aleja de la estructura pop para abrazar composiciones extendidas, con una media de duración que supera los siete minutos, lo opuesto a la concisión de su predecesor. Las atmósferas son brumosas, de sabor casi medieval o campestre, evocando paisajes ingleses entre la niebla. El sonido se sustenta en una delicada y compleja arquitectura acústica, dominada por las guitarras de 12 cuerdas de Anthony Phillips y Mike Rutherford y el incipiente uso del Mellotrón por parte de Tony Banks, que dota al álbum de un dramatismo orquestal pionero. Los cambios de ritmo complejos y los pasajes de alta sensibilidad acústica son la marca de este nuevo estilo, culminando en la intensidad proto-metal de "The Knife", el cierre épico que contrasta con la dulzura del resto del álbum.
Un salto cuántico
La distancia entre From Genesis to Revelation y Trespass es sideral. El debut, producido por Jonathan King, se percibía como una colección de canciones pop-psicodélico cortas, a menudo comparadas despectivamente con un intento de imitar a The Moody Blues. La banda, insatisfecha con el control creativo y la producción del primer disco, encontró su voz en la nueva discográfica, Charisma.
Trespass es el primer álbum que la banda consideró su "debut oficial", pues allí se liberan las ataduras del formato radial. Mientras que el álbum anterior apenas supera los tres minutos de media por canción, Trespass se compone de sólo seis temas extensos y ambiciosos. El álbum de 1970 es donde el grupo desarrolla una identidad sonora propia, caracterizada por la sofisticación melódica de Banks y la narrativa dramática de Peter Gabriel, elementos ausentes o minimizados en su debut. Es el momento en que Genesis pasa de ser un grupo escolar de pop ingenuo a una banda de Art Rock con ambiciones líricas y musicales monumentales.
La última alineación de la inocencia
Este álbum es un documento de la formación en el umbral del éxito, siendo el único con el baterista John Mayhew y el último con el guitarrista Anthony Phillips.
Phillips es la columna vertebral del sonido pastoral y acústico, haciendo un uso maestro de la guitarra de 12 cuerdas. Su estilo, delicado y melancólico, es crucial para la atmósfera del disco, aunque el miedo escénico y la posterior frustración con el lanzamiento lo llevarían a dejar la banda poco después.
Tony Banks se confirma como el arquitecto sonoro, con el órgano, el piano y, sobre todo, la entrada del Mellotrón (por ejemplo, en "Stagnation"), estableciendo el tono sinfónico que definiría a Genesis.
Mike Rutherford complementa a Phillips en las guitarras acústicas y al mismo tiempo construye complejas líneas de bajo.
Peter Gabriel consolida su voz teatral y dramática, añadiendo la flauta transversa para acentuar el tono folk.
La partida de Phillips y Mayhew tras el álbum es un recordatorio de que Trespass es el fin de una era y el paso que obligó a la banda a reclutar a Steve Hackett y Phil Collins para completar la formación que forjaría sus obras maestras.
Fábulas, mitos y soledad
Las letras de Trespass son un pilar fundamental en la mitología progresiva de Genesis. Influenciadas por la literatura inglesa, abandonan el concepto a medias de su predecesor para sumergirse en historias complejas de carácter alegórico y fantasioso.
Encontramos fábulas como la de "White Mountain", que narra el intento fallido de un lobo por convertirse en líder, una metáfora sobre la ambición y la condena. "Stagnation" se enfoca en un hombre que se refugia bajo tierra tras un conflicto global, convirtiéndose en el único heredero de un mundo yermo, una visión de aislamiento y las secuelas de la destrucción. "Visions of Angels" explora la pérdida de la esperanza, mientras que "The Knife" se inspira en una huelga estudiantil (la Tragedia de Kent State) para reflexionar sobre la violencia, los falsos ideales de libertad y la condena. Es en este disco donde Gabriel y la banda demuestran un interés por los grandes relatos y los dramas humanos velados bajo un manto de fantasía.
Una belleza imperfecta
Grabado en los Trident Studios de Londres, el álbum fue un punto de inflexión al firmar con el sello Charisma, que les otorgó mayor libertad creativa. La producción, aunque no tan pulcra como en trabajos posteriores, captura la intensidad del sonido de la época. Se ha criticado que el sonido no es tan "cohesionado y perfeccionado" como en Nursery Cryme o Foxtrot, pero su relativa crudeza es parte de su encanto. Los timbres del Mellotrón y las guitarras acústicas resuenan con una calidad etérea, mientras que la fuerza bruta de "The Knife" es un testimonio de la potencia que la banda era capaz de generar. La portada, obra de Paul Whitehead, que muestra una escena campestre y una pareja a través de una ventana, fue alterada en el proceso de impresión, volviéndose más azulada, un detalle que añade al mito de una obra nacida con la belleza de lo improvisado.
La relevancia del pecado original
Trespass es, sin hipérbole, el germen del sonido clásico de Genesis y una obra fundamental para el rock progresivo. Su relevancia tiene varias facetas. Es el álbum que da comienzo a la maduración estilística de la banda, que abandona definitivamente el pop para adoptar la estructura de la suite progresiva, sentando las bases para Nursery Cryme y las obras posteriores. Al lado de contemporáneos como King Crimson o Yes, Genesis con su segundo lanzamiento contribuye a definir el Ala Progresiva Sinfónica con su mezcla única de virtuosismo instrumental y narrativa literaria. La influencia de este disco es innegable en la vertiente más melódica y atmosférica del género.
Además, la duración de sus canciones y la complejidad de sus arreglos consolidaron la idea de que un álbum de rock podía ser una obra de arte conceptual y sinfónica, con la épica "The Knife" sirviendo como un modelo de la canción progresiva intensa y de múltiples secciones.
Aunque no fue un éxito comercial inmediato, Trespass es la entrada de Genesis en el gran escenario del rock, el disco que reveló su potencial artístico y lo convirtió en un grupo de culto. Es el punto de partida que, a pesar de los cambios de personal que le siguieron, se mantiene como un monumento a la creatividad en el albor del progresivo.
Genesis - Trespass (1970)
Inglaterra
Symphonic Prog con elementos de Progressive Folk
Músicos
•Peter Gabriel: voz principal, flauta, acordeón, pandereta, bombo
•Anthony Phillips: guitarra acústica de 12 cuerdas y guitarra eléctrica principal, dulcémele, coros
•Anthony Banks: órgano, piano, mellotrón, guitarra, coros
•Michael Rutherford: bajo, guitarra de nailon y guitarra acústica de 12 cuerdas, violonchelo, coros
•John Mayhew: batería, percusión, coros.
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Rafael Ortega