jueves, 6 de marzo de 2025

Cuatro Ingredientes: Poesía-Pan-Ciudad y Un Compás

 


-Ysbel Mejías-

La locha una moneda con sabor a pan

 

Danos Poesía, nuestro Pan de cada día. Anónimo

 

Sabías que el pan de locha es un pan salado y pequeño de origen venezolano de principios del siglo XX aproximadamente, y además que este pan obtiene su nombre a partir del precio de venta al público en las panaderías. La Locha, fue una moneda en nuestro país conocida también como cuartillo, esta moneda entró en circulación en 1896 y su valor correspondía a 12,5 centavos de bolívar se le llamó locha por ser producto de la combinación entre la palabra ochava (octava parte de la unidad de plata) y la contracción del artículo la. Cuando se suprime la última sílaba de esta palabra el resultado es la palabra Locha.  Dicho esto, te contamos un poco de la historia de nuestro Pan de Locha, también conocido como pan francés o pan de piquito.

El Pan de Locha, es un Pan semi rústico de miga algodonada, suave, esponjosa, de corteza marrón o tostada y quebradiza, su miga ligeramente más suave que la de la Canilla. En la elaboración de este pan se suele utilizar azúcar para darle color sumado a la grasa que ofrece elasticidad y suavidad tanto para amasar como para el consumo del mismo, generalmente en las panaderías se usa la misma masa del Pan Canilla.

Su formato es pequeño y es común en toda Latinoamérica, presenta sus particularidades en la formación para la presentación ante el comensal y es por eso que por ejemplo en Venezuela de acuerdo a cierta variación aplicada en la terminación de las puntas es también conocido como Pan de Piquito. En México se le conoce como Bolillo, Birote, Pan Blanco o igual como en Venezuela Pan Francés. En el caso del Bolillo   puede o no contener grasa en los ingredientes de preparación y lo que sí no suele tener es azúcar a diferencia del Pan de Locha Venezolano.

Cuantos Panes por una Locha

Dice mi papá, quien cada tarde paraba en la Panadería Universidad ubicada en la Av. Universidad en dirección hacia el Limón en esta urbe maracayera; a comprar precisamente el Pan de Locha, que, en su niñez por allá en Soledad, el pueblito localizado en Anzoátegui, en el oriente, él podía comprar con Una Locha hasta 10 panes yo recuerdo el olor a pan y el Crunch cuando se le daba la mordida a la punta y luego se abría para untarlo de margarina. Mi mamá esperaba la llegada con la greca de café recibiendo el calor de la llama azul en la cocina. Y entonces cuando se escuchaba la corneta del Volkswagen (tipo escarabajo) blanco; recuerdo salir corriendo hasta el portón y abrirlo con la mejor sonrisa pues sabía que iba a disfrutar de una merienda que sigue presente en memorias gustativas Pan de Locha y Café con Leche, sentada en la mesa de la cocina junto a mi mamá y mi papá.

 


La Cuenta de Pan

Recuerdo de mi padre que era un amante del pan, decir vamos a buscar una cuenta de pan al llegar a la Panadería cercana a la plaza San Juan en la av. 19 de Abril, era esa la segunda panadería a la que generalmente se iba a comprar el Pan de Locha (Pan Francés), pues, resulta que allí el pan lo ofrecían para complacer el gusto de mi papá y el de mi mamá, nos bajábamos del carro y solicitaba una cuenta de pan francés la mitad bien tostados y la otra mitad blanquitos. Entonces el chico de la barra, agarraba una gran bolsa de papel Kraft y en ella colocaba 40 panes, esa cantidad de pan fue disminuyendo en el tiempo hasta preservarse la cantidad de 10 panes en la actualidad y hasta 8 unidades de pan. También se me viene la memoria que justo en esa panadería los días domingos mi papá compraba Golfeados y Pan Andino. Pero esa es otra historia que contaremos en próximas entregas.

 

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Rafael Ortega