miércoles, 18 de diciembre de 2024

Vidas fragmentadas

 


-Manuel Cabesa-

-Fotos: Fernando Martínez-

 

1.

De tan recurrente ya no sé si todavía vemos con asombro como aumenta la violencia contra la mujer en todo el mundo.

Las estadísticas en algunos países de América y Europa  son verdaderamente alarmantes, desde el maltrato físico hasta el asesinato la violencia de género se expande en variaciones aterradoras desde cualquier punto de vista: el menosprecio, la violación, el secuestro teniendo la casa por cárcel, el crimen a sangre fría es lo que encontramos cada vez con más frecuencia en diarios y noticieros.

Existen campañas de alerta,  información permanente para reaccionar ante esos casos, canales de denuncia abiertos para recibir ese tipo de casos, pero al parecer no han tenido la eficacia, o no han logrado despertar la conciencia tanto de víctimas como victimarios a fin de que este especie de genocidio siga sucediendo y creciendo desbocadamente.

Quienes estamos fuera o creemos estar a salvo de ese tipo de situaciones (nunca sabremos cuando podemos ser víctimas o victimarios), ¿cómo podemos colaborar para que tanto hombres como mujeres abran los ojos y eviten tanta violencia absurda?

Personalmente no tengo respuestas inmediatas, pero sé que hay gente que se preocupa y trata de poner su granito de arena en este llamado de alerta que debe generarse en todo el orbe.

Este jueves en el Auditorio del Conservatorio de Música en Las Delicias un reducido grupo de personas tuvimos el privilegio de estar presentes en el estreno de la obra "En Fragmentos: Adanes y Evas" de Yma Grossvater.

 


2.

Una serie de sketches van hilvanando historias de mujeres víctimas o en peligro de serlo de la violencia machista, apoyados por material audiovisual para darle al espectáculo mayor impacto y apoyar el trabajo actoral.

 Cuatro hombres y cuatro mujeres de edades variables conforman el elenco que va rotándose durante toda la función en cada uno de los momentos que conforman la obra, los cuales representan situaciones en donde la mujer se ve implicada en un acto de agresión.

Desde la burla hacia su supuesta inferioridad hasta las consecuencias del maltrato físico va encontrando su lugar en cada uno de los segmentos que el espectador debe ir armando como un rompecabezas.

El apoyo audiovisual complementa las escenas mostrando situaciones que hubieran sido más complicadas de desarrollar en el escenario y dándole un atractivo a la función al acercar la obra a la idea de teatro didáctico promulgada por Berthold Brecht.

 


3.

En rigor las actuaciones estuvieron a la altura del compromiso.

La obra tuvo un desarrollo pausado que al mezclarse con el juego de imágenes dio una sensación de largueza al montaje que en realidad no sobrepasaba de la hora sin ningún tipo de entreacto.

Las jóvenes Alieska Gil y Adriana Godoy llevaron con dignidad y convicción sus papeles de mujeres abusadas física y psicológicamente por sus maridos, hermanos, padres o compañeros de trabajo. 

Los caballeros Helly David Vivas (también director de la pieza) y Félix Mora, también asumieron con bastante gallardía sus roles de machistas, aunque en la escena donde cuentan chistes misóginos me parece que las actuaciones estuvieron un poco altisonantes para lo que en realidad estaban compartiendo en el diálogo.

Mención aparte merece Alexander Otaiza, quien es un actor que sabe sacar provecho a los minutos que dura su actuación y sabe dominar el espacio que le corresponde en el escenario para sus movimientos.

Finalmente Rubén Serrano logra momentos convincentes como patriarca vociferante y luego en las tomas audiovisuales como una presencia amenazante y peligrosa.

Raquel Camacho, supo cambiar sus registros actorales en cada papel representado durante las escenas que le correspondieron: la joven malcriada que maltrata a su madre, la esposa obstinada con las impertinencias del marido, la enfermera insensible que se burla de las pacientes, la mujer golpeada que miente para proteger a su agresor o la amiga que le ofrece aliento a su amiga derribada por la desdicha.

Yma Grossvater, la autora de la pieza, también actúa en el papel de la dama en edad venerable que ha soportado toda su vida humillaciones. Lleva de alguna manera los hilos de las distintas historias con una actuación sencilla, sin aspavientos, hilvanando anécdotas y recuerdos nada agradables reflejados en el rictus de su rostro involucrado en cada palabra pronunciada.

 


4.

La producción en general es  notable. El recurso audiovisual le da amplitud al planteamiento de la obra, ya que como dije, presenta momentos que hubiesen sido más complicados lograr en el escenario.

Precisamente creo que el escenario es una de las limitantes de la presentación. Su estilo es para conciertos (no por nada estamos en un conservatorio de música) y no para amplios desplazamientos de actores.

También por su dimensión y altura la pantalla para mostrar las tomas de apoyo quedó relegada a la izquierda del espectador, lo que resulta incómodo para los sentados a la derecha.

Sería ideal, para próximas funciones (que las habrá, estoy seguro de eso) colocar la pantalla atrás de los actores a la altura adecuada para que todos podamos verla, como en el cine.

Así también habría la oportunidad de experimentar con acciones paralelas dentro de la pantalla y sobre el escenario.

Creo que "En Fragmentos..." merece la oportunidad de volver a escena y de que un público más amplio pueda no solo disfrutarla, sino ser también propagador de su mensaje que, lamentablemente, bastante falta que hace.

2 comentarios:

  1. Así es,
    es una obra de importante reflexión que merece llevarse a varios escenarios. Ojalá que las autoridades gubernamentales que estuvieron en la obra hagan su parte apoyar.
    👏🏾👏🏾👏🏾👏🏾

    ResponderEliminar
  2. Es importante este tipo de trabajo para hacer conciencia, es un acercamiento a esta realidad que se presentan en nuestra sociedad,
    que por lo general permanecen ocultas o se habla muy poco, como es el flagelo de la violencia de genero, en todas sus expresiones, cabe mencionar que no estuve presente para su estreno, pero conocí el trabajo audiovisual gracias al amigo Hely, expresándole la importancia que reviste este tipo de iniciativas en la construcción de
    los valores, asimismo, se puede interpretar como una denuncia al maltrato, acoso, abuso, llegando a el extremo del feminicidio, gracias al amigo Hely que nos mostró las imágenes y le reitero mis felicitaciones y a todo el equipo que lo acompaña...
    Pedro Gutierrez..

    ResponderEliminar

Los blogs se alimentan de palabras, gracias por dejar sus comentarios en el mío.
Un abrazo,
Rafael Ortega