¿Palabras?
Sí, de aire,
y en el aire perdidas.
Octavio Paz
Selección y edición: Manuel Cabesa
Amar es combatir
Los hombres -pensé- cambian tan poco, siguen siendo tan ellos mismos, que sólo existe una historia de amor desde el principio de los tiempos, repetida al infinito sin perder su terrible sencillez, su irremediable desventura.
Álvaro Mutis. La última escala del Tramp Steamer (1988)
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Poemas de amor
Taller Literario Libertad Bajo Palabra
(Primera parte)
Las horas practican tu nombre
el silencio abraza tu espalda
un aire despierta las palabras
mientras tú y yo cruzamos a pie este puente
que nos grita y añora
entre la nostalgia y el camino
que el amor es solo un momento
efímero en toda salvedad.
Severino G. Prado D.
***
Vuelves
Vuelves cuando en las noches solitarias las luciérnagas se visten de nostalgia.
En las mañanas frías con la brisa cantarina arropando el desvelo.
En el tac tac tac de la gota cuando cae formando espejos.
Vuelves y quizás nunca te has ido.
Liris Miyares
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Me descuido de ropa
de marcar el ascensor de tu sombra
amanezco con tu olvido soñándome
sílaba a sílaba por el ojo de la aguja
de los pecadores del siempre
y se agita la hora de la daga
y se llueve con diminuta perfección de centella
con sorda muerte de ancla
tu ahogado
es una dimensión
que no puedo resolver
con palabras
una deuda del plus cuam perfecto
Infinito
una pelea de manos caídas
me curo los junios
pero este septiembre que hieres
así tan de disparo
me tomó por sorpresa
escribiendo de amor
por encargo
me tomó con las piezas
del alma
perdidas
en la vida
me tomó de padre interruptus
para un silencio con ruedas cuadradas
Helio Uzcátegui
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Nocturnidad
Necesito prologar tu silencio
acompañar la noche y así revivir las
estaciones.
Cae jazmín de lluvia sobre el escritorio.
Luego cuando salga la primera estrella
abriré el portal del amor
para salpicar tus delicados ojos
en las voces de los grillos ancestrales.
Entonces diré:
Ven amada mía y paseemos desnudos
en el bosque de nuestros sueños
y déjame amarte, amarte
hasta el amanecer.
Moisés Cárdenas
(Del poemario Poemas a la intemperie, 2013)
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Solicitud
Mujer de todos
alguna vez mía
Ya lo que resta del amor son los recuerdos
Déjame tus pieles
suavidad que acariciará
mi soledad
El celaje de tus susurros
compañeros de mis ojos velados
voz de aleteo de mariposa
El olor de tu mirada
Alimento de nuestra cercanía,
ahíta de conjeturas
¿Amor? Sí, te amé desde adentro
Por los pasadizos de tus secretos
Por los pliegues de tu alma
No podré olvidarte
El olvido ya estaba en ti
Julio César Pérez
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Arcoiris
Envueltos
en un arcoiris
emerge tu centro
como un sol radiante
Y tu mirada serena
Tu risa
Tus labios
Tu lengua traviesa
Epifanía perfecta.
Beatriz Helena Peñaloza
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Miradas cruzadas
conexión intuitiva
plena de gestos silenciosos
Extraños enamorados
se invitan a explorar
las calles ciegas
del absurdo amor.
Dilcia Zamora
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En el origen mudo del tiempo
La raíz del amor, el deseo
La raíz del deseo, el amor
Tesoro alargado con la sed
Y la sangre de los cuerpos
En el silencio se adivina su presencia
Por el sonido restallante del placer.
Marina Sandoval
***
En la penumbra
de la habitación
tu recuerdo
es luz que tiembla
en el horizonte
de la tarde.
En las noches
soy el pájaro ciego
que errático
busca la mañana
No hay árbol
que dé posada
a mi sosiego
Mercedes Carmona
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Año 1913
Tamanaco, estado Guárico
Poema a Lucina Infante de su prometido enamorado Manuel:
Eres pura y sencilla
como las violetas
tu esbeltez será
incomparable
y en el tiempo que todo lo
decide
Serás tú la preciosísima
doncella de mi hogar
Lamentablemente Manuel falleció de tuberculosis y no pudo ver a su amada doncella reinar en su hogar. Después de un largo tiempo, la vida le escribió otra historia, sin embargo, ella guardo en su memoria este poema como su más preciado tesoro, hasta el final de sus días.
Lucina Pérez
***
Es tan deleznable toda poesía amorosa...
J. G. Cobo Borda
Tendrías que saber
que este es un poema de amor
Me pregunto cómo lo escribo
si al decir te quiero no lleno el vacío
que produce tu silencio
Los poemas de amor
viven del lugar común
De ti guardo
un hilo de oro escondido
pequeña flor de tu piel.
Manuel Cabesa
***
Este no es un poema de amor,
como si las palabras fueran
solo azúcar y mas nada,
o si el amor saliera
mas barato por docena.
Este es un poema para dos cuerpos,
que no conocen las formales convenciones,
ni dulces conversaciones
o de evangélicas castidades.
Dos cuerpos que se aferran entre sí,
desnudos,
cautivos,
descubriéndose como si recién
llegaran a la vida,
recorriéndose,
encontrándose
creando senderos
entre la línea de su masculina espalda
y la curva de su femenil cadera.
Este no es un poema de amor.
Cipriano Castro
***
Del amar a cierta edad
Denme una razón
para no amar locamente
a esta edad.
¿Acaso hay una edad?
Necesito me convenzan
de que el placer y el deseo
son enemigos de las canas,
las arrugas en la piel,
más todo lo que inmisericorde
cuelga de nosotros ¿Por qué?
Porque cuando mi amor
me toma por la espalda
besando mi cuello con ternura
y luego acaricia mis pliegues
con deseo mientras susurra
a mis oídos cosas que no repetiré,
yo me digo sonreída
¡Al carajo la vejez!
María Milagros Sabetta Badra
***
En estos días insomnes
vuelves a mí como una herida
y hoy tengo extrañeza de ti
en esos recuerdos.
Somos como esos ríos
que se encuentran
hasta que un cataclismo
los separa.
Luisa Varela
***
Mar, amor que fluye
En el mar te quiero muchos más…
Carlos Argentino y La Sonora Matancera (1957)
Las olas desnudan tu cuerpo
y mi alma fluye entre húmedos deseos.
Azul de cielo y mar
columpian en la mirada.
Me sumerjo en ti,
busco tu ser verdadero
y consigo algas misteriosas
enredadas en tu espíritu sirena.
Un canto de amor
me devuelve a la orilla
y consigo conciliar el sueño.
Amargo mar de amor
silencioso y eterno.
Argenis Díaz
***
Suite Ibérica
Bailas y vais dejando una estela
cual estrella fugaz en el cielo,
cual nube viajera,
cual perfume en tu cuerpo,
bailando sois mi diosa,
mi razón de amor y mi desvelo.
Josep Leunam (1906)
Litografía del poeta y su musa
Gracias estimado Manuel Cabesa, por acercarnos a las orillas de éste mar de palabras. Dónde naufragan mis ocurrencias.
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