lunes, 23 de septiembre de 2024

Palabras bajo libertad (VIII)

 

¿Palabras?

Sí, de aire,

y en el aire perdidas.

Octavio Paz

 

Selección y edición: Manuel Cabesa

 

Amar es combatir

 

Los hombres -pensé- cambian tan poco, siguen siendo tan ellos mismos, que sólo existe una historia de amor desde el principio de los tiempos, repetida al infinito sin perder su terrible sencillez, su irremediable desventura.

Álvaro Mutis. La última escala del Tramp Steamer (1988)

 

***

Poemas de amor

Taller Literario Libertad Bajo Palabra

(Primera parte)

 

Las horas practican tu nombre

el silencio abraza tu espalda

un aire despierta las palabras

mientras tú y yo cruzamos a pie este puente

que nos grita y añora

entre la nostalgia y el camino

que el amor es solo un momento

efímero en toda salvedad.

 

Severino G. Prado D.

 

***

 

Vuelves

 

Vuelves cuando en las noches solitarias las luciérnagas se visten de nostalgia.

 

En las mañanas frías con la brisa cantarina arropando el desvelo.

 

En el tac tac tac de la gota cuando cae formando espejos.

 

Vuelves y quizás nunca te has ido.

 

Liris Miyares

 

***

 

Me descuido de ropa

de marcar el ascensor de tu sombra

amanezco con tu olvido soñándome

sílaba a sílaba por el ojo de la aguja

de los pecadores del siempre

y se agita la hora de la daga

y se llueve con diminuta perfección de centella

con sorda muerte de ancla

tu ahogado

es una dimensión

que no puedo resolver

con palabras

una deuda del plus cuam perfecto

Infinito

una pelea de manos caídas

me curo los junios

pero este septiembre que hieres

así tan de disparo

me tomó por sorpresa

escribiendo de amor

por encargo

me tomó con las piezas

del alma

perdidas

en la vida

me tomó de padre interruptus

para un silencio con ruedas cuadradas

 

Helio Uzcátegui

 

***

 

Nocturnidad

 

Necesito prologar tu silencio

acompañar la noche y así revivir las

estaciones.

Cae jazmín de lluvia sobre el escritorio.

Luego cuando salga la primera estrella

abriré el portal del amor

para salpicar tus delicados ojos

en las voces de los grillos ancestrales.

Entonces diré:

Ven amada mía y paseemos desnudos

en el bosque de nuestros sueños

y déjame amarte, amarte

hasta el amanecer.

 

Moisés Cárdenas

(Del poemario Poemas a la intemperie, 2013)

 

***

 

Solicitud

 

Mujer de todos

alguna vez mía

Ya lo que resta del amor son los recuerdos

 

Déjame tus pieles

suavidad que acariciará

mi soledad

 

El celaje de tus susurros

compañeros de mis ojos velados

voz de aleteo de mariposa

 

El olor de tu mirada

Alimento de nuestra cercanía,

ahíta de conjeturas

 

¿Amor? Sí, te amé desde adentro

Por los pasadizos de tus secretos

Por los pliegues de tu alma

 

No podré olvidarte

El olvido ya estaba en ti

 

Julio César Pérez

 

***

 

Arcoiris

 

Envueltos

en un arcoiris

emerge tu centro

como un sol radiante

 

Y tu mirada serena

 

Tu risa

 

Tus labios

 

Tu lengua traviesa

 

Epifanía perfecta.

 

Beatriz Helena Peñaloza

 

***

 

Miradas cruzadas

conexión intuitiva

plena de gestos silenciosos

 

Extraños enamorados

se invitan a explorar

las calles ciegas

del absurdo amor.

 

Dilcia Zamora

 

***

 

En el origen mudo del tiempo

La raíz del amor, el deseo

La raíz del deseo, el amor

 

Tesoro alargado con la sed

Y la sangre de los cuerpos

 

En el silencio se adivina su presencia

Por el sonido restallante del placer.

 

Marina Sandoval

 

***

 

En la penumbra

de la habitación

tu recuerdo

es luz que tiembla

en el horizonte

de la tarde.

 

En las noches

soy el pájaro ciego

que errático

busca la mañana

 

No hay árbol

que dé posada

a mi sosiego

 

 

 Mercedes Carmona

 

***

 

                          Año 1913

              Tamanaco, estado Guárico

 

 

    Poema a Lucina Infante de su prometido enamorado Manuel:

 

   Eres pura y sencilla

   como las violetas

   tu esbeltez será

   incomparable

   y en el tiempo que todo lo

   decide

    Serás tú la preciosísima

    doncella de mi hogar

 

 

Lamentablemente Manuel falleció de tuberculosis y no pudo ver a su amada doncella reinar en su hogar. Después de un largo tiempo, la vida le escribió otra historia, sin  embargo, ella guardo en su memoria este poema como su más preciado tesoro, hasta el final de sus días.

 

Lucina Pérez

 

***

 

Es tan deleznable toda poesía amorosa...

J. G. Cobo Borda

 

Tendrías que saber

que este es un poema de amor

 

Me pregunto cómo lo escribo

si al decir te quiero no lleno el vacío

que produce tu silencio

 

Los poemas de amor

viven del lugar común

 

De ti guardo

un hilo de oro escondido

pequeña flor de tu piel.

 

Manuel Cabesa

 

***

 

Este no es un poema de amor,

como si las palabras fueran

 solo azúcar y mas nada,

o si el amor saliera

 mas barato por docena.

 

Este es un poema para dos cuerpos,

que no conocen las formales convenciones,

ni dulces conversaciones

o de evangélicas castidades.

 

Dos cuerpos que se aferran entre sí,

 desnudos,

 cautivos,

descubriéndose como si recién

 llegaran a la vida,

recorriéndose,

encontrándose

creando senderos

entre la línea de su masculina espalda

y la curva de su femenil cadera.

 

Este no es un poema de amor.

 

Cipriano Castro

 

***

 

Del amar a cierta edad

Denme una razón

para no amar locamente

a esta edad.

¿Acaso hay una edad?

Necesito me convenzan

de que el placer y el deseo

son  enemigos de las canas,

las arrugas en la piel,

más todo lo que inmisericorde

cuelga de nosotros ¿Por qué?

Porque cuando mi amor

me toma por la espalda

besando mi cuello con ternura

y luego acaricia mis pliegues

con deseo mientras susurra

a mis oídos cosas que no repetiré,

yo me digo sonreída

¡Al carajo la vejez!

 

María Milagros Sabetta Badra

 

***

 

En estos días insomnes

vuelves a mí como una herida

y hoy tengo extrañeza de ti

en esos recuerdos.

 

Somos como esos ríos

que se encuentran

hasta que un cataclismo

los separa.

 

Luisa Varela

 

***

 

Mar, amor que fluye

 

En el mar te quiero muchos más…

Carlos Argentino y La Sonora Matancera (1957)

 

Las olas desnudan tu cuerpo

y mi alma fluye entre húmedos deseos.

Azul de cielo y mar

columpian en la mirada.

Me sumerjo en ti,

busco tu ser verdadero

y consigo algas misteriosas

enredadas en tu espíritu sirena.

Un canto de amor

me devuelve a la orilla

y consigo conciliar el sueño.

Amargo mar de amor

silencioso y eterno.

 

Argenis Díaz

 

***

 

Suite Ibérica

 

Bailas y vais dejando una estela

cual estrella fugaz en el cielo,

cual nube viajera,

cual perfume en tu cuerpo,

bailando sois mi diosa,

mi razón de amor y mi desvelo.

 

 Josep Leunam (1906)

 

 

                                                  Litografía del poeta y su musa

 

1 comentario:

  1. Gracias estimado Manuel Cabesa, por acercarnos a las orillas de éste mar de palabras. Dónde naufragan mis ocurrencias.

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Los blogs se alimentan de palabras, gracias por dejar sus comentarios en el mío.
Un abrazo,
Rafael Ortega