-Rafael Ortega-
La poesía se define como la manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra. Es una forma de expresión que transmite emociones, ideas y experiencias de manera concisa y poderosa.
En este sentido, la poesía de Erasmo Fernández (Chivacoa, Yaracuy, 1948) se caracteriza por expresar sentimientos, reflexiones y visiones subjetivas sobre temas universales como el amor, la vida, la muerte, la naturaleza y el paisaje urbano.
A través de la escritura, Fernández transforma la ciudad en protagonista, explorando sus calles, edificios, ritmos y contradicciones como reflejo de su propia experiencia.
En cada uno de sus textos se aprecia un diálogo íntimo entre el poeta y la urbe, donde la ciudad se convierte en un "signo" que encapsula múltiples significados.
Los objetos de la ciudad adquieren vida propia y se convierten en un ser activo del poema, que en ocasiones aborda temas como la desigualdad, la soledad en multitudes y la pérdida de conexión con la naturaleza, utilizando un vocabulario directo que refleja la cotidianidad urbana.
Sus poemas presentan la ciudad como un personaje que "siente" y se personifica, revelando tensiones sociales.
A su vez, Erasmo Fernández no solo describe escenarios físicos, sino que transforma el paisaje urbano en metáfora de estados emocionales colectivos e individuales.
Esto demuestra cómo la poesía urbana continúa evolucionando para capturar las complejidades de la vida en las ciudades modernas.
La vida errante de Erasmo Fernández se refleja a través de lo que escribe. Todo ese maremágnum de imposibilidades de sobrevivir en una ciudad metafórica, incluidos los otros seres que también sobreviven en ella.


"Soy una particula movible. En cualquier recodoen el tiempo.
ResponderEliminarAquí errando sin poder evitarlo.
Mañana quien sabe si penderé de un árbol..." (Fernández, Erasmo, 1977, Grietas de asombro.)
El análisis de Rafael Ortega subraya ese diálogo íntimo entre el poeta y la ciudad, donde lo cotidiano se vuelve símbolo y lo urbano se convierte en metáfora de la existencia.
ResponderEliminarEs un recordatorio de que la poesía no solo embellece, sino que también revela las grietas y las esperanzas que habitan en nuestras calles. Alis Teresita Velasco