domingo, 11 de abril de 2010

Rafael Ortega, escritor aragüeño: "El reconocimiento social de mi trabajo es mi mayor logro”


Cuando somos jóvenes, somos impetuosos y escribimos más. Yo era más prolífico cuando era chamo. La madurez te da la base de lo que quieres decir, la juventud te da la impetuosidad y el desenfado para decir las cosas, eres más agresivo


Texto y foto: Ron Paraguán
A pesar de todos los encantos que encierra Maracay, son muy pocas las páginas dedicadas a esta hermosa urbe, llena de tantos contrastes. Rafael Ortega (1969) es uno de esos escritores aragüeños que hacen de su vida en la Ciudad Jardín de Venezuela un ejercicio literario. Son múltiples los escenarios y personajes que podemos reconocer en su narrativa, que viven y respiran por sí solos. En estos menesteres, las calles citadinas engendraron -en diciembre del año 2002- un hijo: La última sutileza del diablo, el primer libro de relatos de Ortega, editado por el Fondo Editorial de la Coordinación de Literatura de la Secretaría de Cultura del estado Aragua.
- ¿Desde cuándo escribes y por qué?
- Desde pequeño tuve la necesidad de escribir. Aunque yo creo que más bien fue una vocación inculcada, ya que mi madre era educadora y mi padre era periodista. Recuerdo a mi padre leyendo el periódico, cada mañana, y mi mamá comentando. Mi madre leía mucho, ella relacionaba las situaciones normales con las novelas. Vivía en realismo mágico. Por ejemplo, ella decía: "¡Te pareces a Macario porque comes mucho!", en clara alusión al personaje de Juan Rulfo. Ella comenzó a meterme la literatura desde lo más básico, lo más cotidiano. Antes de yo entrar a la escuela, aprendí a leer y a escribir, a los cuatro años.
- ¿Cuál escritor te ha cambiado la vida?
- El primer libro que leí fue Los Hijos del Capitán Grant, de Julio Verne, que mi mamá me lo regaló porque supuestamente era un libro para niños. Tiempo después, como a los trece años, caí en las garras de Franz Kafka, quien me involucró en todo esto. Leer La metamorfósis me voló la tapa de los sesos. En ese momento decidí ser escritor. Después de Kafka, me atrapó Hermann Hesse, quien fue un gran filósofo dentro de la literatura, además de Julio Cortázar. Ellos lograron que un carajito nacido en Maracay sintiera lo mismo que sintieron ellos en épocas y lugares geográficos tan distintos. Todo escritor debe lograr eso, ser universal.
- ¿Entre el niño que inventaba historias y el escritor adulto, qué ha cambiado?
- Cuando somos jóvenes, somos impetuosos y escribimos más. Yo era más prolífico cuando era chamo. La madurez te da la base de lo que quieres decir, la juventud te da la impetuosidad y el desenfado para decir las cosas, eres más agresivo. Yo no creo en la madurez, para mí es una limitante social. La madurez la determina el lector. Yo me siento muy alegre de haber tenido siempre un público lector -tal vez- muy reducido, como son mis amigos. Son ellos quienes me hacen saber de mi evolución como escritor.
- ¿Cómo es el panorama de la literatura en Aragua?
- Es bastante difícil estar en el medio. Existe mucho sectarismo... o son los grandes gurús de la literatura o son los emergentes, como podríamos ser Alejandro Ramírez, Leonardo Maicán, Roberto Santana y yo, entre otros. Entre los gurús, debes tener cierta etiqueta para poder participar...
- ¿De qué cosa no debe carecer un escritor?
- La irreverencia de un artista debe ser algo per se. Un artista que se rija por patrones o por un régimen no es un artista. Independientemente de la ideología política, un artista es un creador y algunas veces hasta puede chocar contra su propia ideología porque se trata de eso, uno al escribir choca contra muchas cosas, pero al final uno es un tipo normal.
- ¿Cuál es el tema recurrente de tu literatura?
- La calle, el sexo, lo urbano...
- ¿En cuál otro género literario has incursionado?
- En realidad, soy cuentista. He escrito algunos poemas y ensayos en la búsqueda de la expresión de ciertos estados de ánimo, pero debo reconocer que me siento más a gusto con la narrativa.
- Un mensaje para aquellos que quieran entrar en el mundo de la literatura. ¿Existe alguna fórmula?
- La fórmula principal es la lectura. Si quieres ser escritor, tienes que leer y, segundo, tienes que vivir. En resumidas cuentas: lee, vive y viaja. El viajar nutre a un escritor, conocer gente, otras culturas. El escritor es un ser social, a pesar de que el trabajo más individualista es ser escritor. Esto puede sonar contradictorio, porque a veces somos personas pocos sociales, bastante hurañas... la forma de comunicarnos es a través de la literatura.
- ¿Cuáles escritores venezolanos te gusta leer?
- Ednodio Quintero, José Rafael Pocaterra, Julio Garmendia...
- ¿Qué es un escritor?
- Somos muy individualistas. El escritor es un tipo muy subjetivo. Critican a Mario Vargas Llosa ¿por qué? Para mí es un gran escritor, aunque no me guste su posición política; Gabriel García Márquez es un gran escritor, pero hay mucha gente que no le gusta su posición política; Eduardo Galeano y Mario Benedetti, grandes escritores, pero tienen sus detractores políticos. Hay que examinar sus obras, que es lo más importante.
- ¿Cuál es el mejor premio para un escritor?
- Que la gente lo lea y reconozca su trabajo. Cuando yo publiqué mi primer cuento, con una foto mía en el suplemento literario Contenido, del diario El Periodiquito de Maracay, en el mes de agosto del año 1992, yo era un chamo normal con el cabello largo, que compartía mucho con la gente de la calle. Todos los días yo iba a comprar en el Mercado Libre y un domingo los buhoneros comenzaron a gritar: "¡Ahí viene el poeta!". Aquel día, los trabajadores informales me pidieron que les firmara el periódico y ¡hasta me regalaron las frutas y las verduras! Para mí, ese es el mejor reconocimiento que me han hecho. Ningún premio vale más que esa mañana en el mercado. El reconocimiento social de mi trabajo, por parte de las clases más humildes, es mi mayor logro.
En la actualidad, Ortega espera por la publicación de su segundo libro de relatos, titulado Brindemos por la derrota, por parte de la Fundación Editorial El Perro y la Rana, y la antología de la III Semana de Narrativa Urbana, en la cual participó en el año 2008, además dirige el Fondo Editorial Alternativo del estado Aragua desde hace un año, aproximadamente.

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Un abrazo,
Rafael Ortega