viernes, 29 de agosto de 2025

Ars poeta

 

Foto: Chemaz Madoz 


-Skarlet Boguier-


Un poeta genuino va más allá del intelecto, sabe que el conocimiento es fundamental pero no lo codicia, no pretende saberlo todo, pues sabe que todos somos ignorantes, en tanto que, todos ignoramos algo. Un poeta verdadero tiene una vida verdadera que es puro fuego y arde como su obra. Arte y vida son “fractales”, no recrea desconocidos paisajes europeos ni pretende escribir como alguien; más bien si lo desea, se anula por completo en su pequeña y preciada soledad.

Un poeta honesto vive como escribe y escribe como vive, sabe que cada día es una nueva aventura, como un poema espontáneo nacido bajo el agua. Un poeta de verdad vive poesía, y eso no quiere decir que sea un sujeto que no paga cuentas y sin problemas, sino que los trasciende, sabe manejar las energías, no se preocupa porque sabe que lo tiene todo, y como sea, mantiene su copa llena y elevada.

El poeta no puede ser un tipo pacato, es un trasgresor de naturaleza, no lo finge ni hace alardes, simplemente lo refleja en su vida, en lo que hace, en su propia obra, mediante la originalidad de su lenguaje expresivo. Un poeta genuino sabe que sentir es más vital que todo el conocimiento del mundo, puesto que estamos en una dimensión sensorial, el sentir es saber de los sentidos, pero si además de sentir, sabemos, la experiencia es más placentera. Así que, si un poema no causa ninguna sensación en el lector, si no transmite nada es porque no llegó a ser arte ni a florecer en ningún corazón humano.

Foto: Chemaz Madoz 


Un poeta de verdad fortalece su espíritu, sabe que es maestro y aprendiz, un humilde mago que pasa desapercibido, un profeta, un hierofante, un chamán, un alquimista, un vidente capaz de capturar imágenes, de recibir mensajes y entrar en un trance de palabras escritas, volverse un barco borracho, un ermitaño jaguar emplumado o una hipnotizante lluvia de insectos. Una balada de saxofones, trompetas y clavicordios cotidianos.

Reconoced al verdadero poeta, pues, así como abundan falsos chamanes que, solo con ansias de lucro, dan a beber pócimas impostoras de la sagrada ayahuasca; así hay <poetas>, que, con ansias de alcanzar cierta fama, dan a beber desgastados versos de flores y ruiseñores, un destilado sin duende que no enciende el espíritu, un hada aburrida que se corta las alas, una promesa sonsa y repetida hasta el hastío.

El poeta genuino sabe que no va a cambiar al mundo discutiendo ni gritando consignas, sabe que toda transformación circundante comienza por una transformación de conciencia, de lo individual a lo colectivo, sin derrochar energía en querer tener la razón, sino creando y actuando por dentro y por fuera. Es libre, apuesta más bien por la liberación humana de todas las formas de gobiernos y prisiones del pensamiento. Es libre y por eso no se identifica, no alimenta ismos, los destruye desde adentro, elige crear antes que obedecer.

Breve reflexión sobre la paz

Foto: Chemaz Madoz


-Skarlet Boguier- 

No, no todas las formas de lucha se practican desde el grito y la protesta, no todas se hacen desde la calle ni publicando banderas en redes sociales. Hay quienes luchan sin luchar. 

Sí, hay quienes ayunan y elevan una oración por la humanidad. Sí, hay quienes se sientan en silencio y en meditación se vuelven la paz que otros pregonan con palabras. 

Hay quienes luchan desde su pequeño taller, estampando franelas, torneando tazas de arcilla, brindando conocimiento, alimento a quien tiene hambre y apoyo a los enfermos. Hay quienes luchan desde el arte, desde la siembra, desde el canto a la semilla y al sol. 

Paradójicamente, quienes gritan por la paz, sentencian el silencio, juzgan y califican como cómplices de guerra al prójimo que no lucha como ellos. Hablan de paz en plazas públicas y luego golpean mujeres, hablan de la hambruna para después atestarse de comida en un restaurante, mientras analizan las coyunturas políticas mundiales, campaneando un trago. 

Hablan de paz pero en sus cuerpos se nota que nunca han hecho un ayuno, tan siquiera para sentir y empatizar con el hambre del prójimo. Hablan de paz, pero acaso ¿tienen paz en sus mentes? Hablamos de paz en el mundo, pero ¿tenemos paz en nuestros hogares, en nuestras relaciones, tenemos paz con nosotros mismos?

Foto: Chemaz Madoz


En fin, hablan de paz, de cambiar al mundo pero sin hacer el mínimo esfuerzo por cambiar su propio mundo. Porque no importa cuánto se grite ni cuánto se proteste, mientras exista la injusticia, la desigualdad y el juicio entre hermanos de una misma especie, existirá la guerra.

Si en realidad queremos paz, empecemos por respetarnos, por la coherencia entre lo que decimos, pensamos y hacemos. No se trata de subestimar la protesta pública, tan importante el grito como el silencio, pero no caigamos en la trampa de la división.

Recordemos que más allá de las naciones, banderas y separaciones territoriales ficticias, somos seres humanos.

lunes, 18 de agosto de 2025

Palabras bajo libertad (XXI)


"Pintura especulativa, 

pintura espejeante: 

no el mundo al revés, 

el revés del mundo".

Octavio Paz


Edición y nota: Manuel Cabesa


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 Para entrar al infierno


No es común, en nuestra narrativa, el acercamiento al subgénero del terror o el misterio, siendo más prolífica la literatura fantástica que aunque a veces se rozan también poseen muchas diferencias.

Hará una década aproximadamente el investigador Carlos Sandoval con la antología "Días de espanto", pero ella estaba concentrada en autores del siglo XIX y principios del novecientos, así que resulta una grata sorpresa encontrar un texto de una autora aragüeña de las recientes promociones, Ysbel Mejías, que asume con destreza las claves básicas del género.

Ecos de Lovecraf se pueden percibir en este Infierno, lo cual no desmerece para nada el resultado. 


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-Ysbel Mejías-


Infierno

 

Estamos tomando café en la pastelería del City Garden, es agosto y llueve como aquel día, en el que visitamos hace unos años atrás esa sala maldita de la galería Jardín Nostálgico en la calle Miranda, dónde nos encontrábamos; nuevamente jugamos scrabble con el guía que nos acompañó. Él sigue usando el mismo traje con la horrible etiqueta; yo, no he podido borrar de mi mente aquellos pasillos deplorables sumergidos en el más perverso olor a mierda. Y hoy, como aquella, tarde Luisa ha vuelto a ganar la partida, con la palabra _Infierno_… agosto es el mes más cruel en esta ciudad: llueve permanentemente. 

Era un día perfecto para jugar scrabble mientras esperabamos que el cielo se despejara y las aguas bajaran frente a la puerta de la galería donde nos encontrabamos varadas Luisa y yo, luego de la visita que hiciéramos el domingo por la tarde, así que me dispuse a sacar de mi morral el juego para instalarnos a jugar en el suelo durante nuestra espera. 

Sentado en una silla cómodamente se encontraba el guía de turno de la galería, leía un folleto turístico con cara de aburrimiento, por no poder cerrar e irse a casa. Cuando se percató del juego, también se entusiasmó a jugar con nosotras. Nos dijo que si alguna de las dos ganaba la partida nos llevaría a recorrer una exposición de pinturas y fotografías en una sala secreta de la galería.

Esa sala secreta estaba ubicada en el sótano y había que hacer el recorrido con linternas o candelabros; según nos dijo el guía era la mejor forma de apreciar la exposición de ese artista lúgubre, dedicado a desarrollar grandes piezas que fascinaban a los amantes del misterio. La partida la ganó Luisa con la palabra _Infierno_; entonces el guía se dispuso a llevarnos hasta la sala prometida y con cara de susto nos preguntó: "¿Están preparadas para una caminata de terror?". Luisa me miró fijamente y mi rostro se iluminó, "Sí" respondí con la emoción de una niña de cinco años y el corazón acelerado. Luisa me miró de soslayo algo nerviosa, pues, ella siempre evitaba los lugares oscuros. 

Tomamos las linternas y empezamos a caminar hacia la dichosa sala, durante el trayecto el guía nos dijo: "La sala a la que vamos es un lugar donde el arte es infernal y se muestran los parentescos de seres impuros con nuestros antepasados, los que construyeron la ciudad". 

La lluvia nos acompañaba en la caminata con el sonido de grandes gotas cayendo sobre el techo de madera. Luisa llevaba la angustia en sus ojos, sus manos sudaban. Yo sentía la respiración y el corazón acelerados; quería llegar cuanto antes para entrar y saber si realmente esta exposición oculta me traería miedo o angustia frente a esas obras supuestamente terroríficas de las que nos hablaba el guía durante el camino.

La puerta se abrió y emitió un gemido ensordecedor, que silenció hasta la lluvia y, apenas entramos, se cerró de golpe. 

Me paralicé al observar las primeras imágenes de los cuadros que iniciaban la exposición, con la linterna fija sobre éstos vi aquellos rostros del averno rasgando la supremacía de los demonios divinos, gozosos entre vinos y sexos infieles. Mi corazón pulsaba cada vez más rápido y Luisa gritó despavorida, al escuchar el chillido temeroso de ratas entre las paredes, el pobre guía palideció bruscamente: eran monstruos halagando nuestra estancia en ese pequeño salón con sensaciones de asco en el rostro de los tres. 

Un cuadro mostraba fragmentos horrorosos de esta ciu dad, era una especie de fruta podrida, era tan asquerosa la imagen que se podía sentir el olor a la peor podredumbre de gusanos nadando en heces fecales: estas imágenes eran la vista inicial a la antesala del infierno.

La lluvia no paraba y la noche se acercaba, la sala se hacía más oscura mientras continuábamos el recorrido con las linternas encendidas que por momentos titilaban, eso nos generaba una sensación de angustia y hasta dolor de estómago. Respiré y pregunté al guía por el nombre del artista capaz de mostrar tanto horror en cada pieza expuesta; su respuesta con voz temblorosa aseguraba que el nombre era tan escalofriante que había preferido olvidarlo ya que los museógrafos de la galería decidieron ocultar su identificación detrás de unas rocas en la parte de atrás del edificio. 

Apunté con la linterna titilante hacia otro cuadro; ese era aún peor que el anterior, la escena eran unas manos sanguinolentas saliendo de entre las grietas del piso del famoso centro comercial City Garden.

De esas manos brotaban brujas, espantos y engendros con ojos desorbitados observando con sus lenguas afanosas por alimento las figuras lánguidas de niñas corriendo a gritos por el parque; era el pavor tocando las puertas de nuestra vida cotidiana. 

Mis manos sudaban más y casi no podía sostener la linterna, Luisa se abrazaba al cuello del guía tan fuerte, que por poco lo deja sin aliento. Mientras el repiqueteo de las patas de cucarachas en el suelo llenaba de asco nuestros oídos.

Esta era una galería llena de pinturas y fotografías con escenas de seres abominables saliendo de entre rieles del metro, subiendo escaleras mecánicas, rompiendo vidrieras de tiendas, esperando en las paradas de buses engullir a los fatídicos choferes de las rutas que prestan el peor servicio de transporte a transeúntes aterrados arrastrando sus tripas por las calles de la ciudad derramada en la exposición sangrienta de aquel museo sombrío lleno de grietas infernales.

El miedo se apoderó de mis piernas cuando vi la fotografía de una retreta de antaño rodeada por un cementerio de toros bañando la arena de sangre, luego de la estocada final en el corazón, mientras sus lamentos de muerte, acompañaban el sonido de los instrumentos durante un concierto expeliendo el desagradable olor a azufre. 

Se abrieron pasadizos entre las paredes que nos llevaron hacia otros sótanos donde nos recibían monstruos deslizándose en patinetas sobre rampas de filosas dagas que cortaban cabezas, al tiempo que se escuchaba la voz poderosa del Príncipe de las Tinieblas cantando _Paranoide_.

Luisa lloraba en silencio, se había tragado el grito frente a las muecas de las carabelas que viajaban en carros fúnebres jugando con gusanos colgantes de sus huesos y sirviendo como cuerdas para apretar violentamente el cuello, hasta quebrarlos, de señoras encopetadas jugando solitario en los grandes salones de casinos escondidos en la tiniebla de dióxido de carbono. 

El terror nos recorría por todo el cuerpo: era nauseabunda cada escena retratada en las pinturas y fotografías. La última de éstas nos dejó petrificados, sentí que un hilo frío recorría mi espalda; la escena consistía en unas figuras fantasmales que, organizadas a manera de un coro polifónico, cantaban con voces provenientes de la ultratumba frente a la catedral de la ciudad. En nuestros oídos resonaban las frases: “Tu alma perdida no extraña el cuerpo”, “Corres desesperada detrás de una mente huidiza absorta en el miedo”. 

Las frases se repetían hasta el cansancio sentí que brotaba sangre de mis oídos mientras unos colmillos filosos se clavaban en la cadena de huesecillos, cada gota se fundía en mi cerebro a la vez que escuchaba lejanamente risas y me llegaba el olor a café y, despertando poco a poco de aquella pesadilla con tufo a mierda, mis ojos avistaron la imagen del ventanal de la pastelería del City Garden con la lluvia rozando el vidrio y Luisa riéndose a carcajadas de los sustos pasados y el guía de la galería preguntando entusiasta: "¿Jugamos otra partida?".

jueves, 14 de agosto de 2025

Fluctuaciones del fuego / video poema de Skarlet Boguier



Sinopsis 

Un personaje femenino enciende la llama de la creación con evocaciones ancestrales.El fuego danza, revela sus formas como metáfora del erotismo y la pulsión creadora en homenaje al sol, dador de vida.


Producción: Skarlet Boguier 

Dirección/Edición: Antonio Vargas

Fotografía: Skarlet Boguier y Antonio Vargas 

Asistentes de Producción: Juan Moreno y Emilio Spósito


Flaua: Pieza de Arte Sonoro Experimental 


- Ejecución de Flauta doble maya, silbato binaural arawak, sonaja piaroa y cuenco tibetano: Skarlet Boguier 

- Ejecución de Flauta nasal piaroa: Ender Rodríguez 

- Secuencia de batería y mezcla: Nelson Nazgul



miércoles, 13 de agosto de 2025

Nuevas voces vibraron en la quinta edición de Poesía en la Casa



-Skarlet Boguier-




Reimar Arcia: Participante de Taller libre, facilitado por el escritor, Manuel Cabesa. 

Su escritura poética coquetea con la narrativa, en una prosa poética caracterizada por la sutileza y una temática en la que predomina la experiencia amorosa, cargada de imágenes capturadas con el corazón desde el lente de la vida, pues Reimar es fotógrafa, fusionando así dos artes que van de la mano. El poeta como el fotógrafo son capturadores de imágenes.

Aquí la tenemos en lo que fue el recital de Poesía en la Casa, realizado el pasado 31 de julio en el restaurante Piú Di Prima del Hotel Bermúdez de Maracay, Venezuela.


Noely Duarte: Participante de la Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla, cuyo facilitador fue Rafael Ortega.

Una voz expresiva, histriónica y aleccionadora por la profundidad de su discurso que contrasta con su frescura y corta edad. 

Quienes la escuchamos, nos quedamos con ganas de más. Felicidades, Noely! para ti, y todas las chicas participantes.

Aquí está en pleno recital de Poesía en la Casa en el restaurante Piú Di Prima del Hotel Bermúdez de Maracay, Venezuela.

Jireh Molina: Participante de la Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla, cuyo facilitador fue Rafael Ortega.
Una voz intelectual y de gran fuerza que en 2024 se atrevió a hacer una crítica por los recitales de poesía de corte completamente político y paradójicamente con una nula convocatoria del pueblo en el Teatro de la Ópera de Maracay.

Sofía Vargas: Participante del Taller Experimental de Poesía SubVERSIVOS facilitado por Skarlet Boguier.

A Sofía se le da muy bien la rima poética, quizás motivado a que desde muy pequeña se inició con el canto. Su discurso poético tiende a la reflexión pero también a la experiencia personal, procurando un mensaje de conciencia. 

Pese a los comentarios negativos, chismes y malas intenciones, llena de valentía y pasión aquí está en pleno recital de Poesía en la Casa, el pasado 31 de julio en el restaurante Piú Di Prima del Hotel Bermúdez de Maracay, Venezuela.







miércoles, 6 de agosto de 2025

Andrés Eloy Blanco y su maravillosa poesía popular

 


-Claudio González Luna-

Contar historias, de eso se trata en gran parte el arte del periodismo. Las fotos ilustran fríos datos estadísticos y a veces los aclaran, mientras preguntas y sorprendentes respuestas iluminan y develan verdades.

Pero nada conmueve más, que particulares historias de seres humanos, desde tiempos de “Las Mil y Una Noches” hasta nuestros días, al vernos reflejados a pleno en su esencia espiritual y armónica.

Hoy nos adentraremos en la historia de Andrés Eloy Blanco, insigne escritor cumanés nacido el 6 de agosto de 1897, y cuya obra “Píntame Angelitos Negros” ha sido capaz de trascender tiempos y espacios.

Lo que hace incomparable el arte que tiene origen y destino popular, es precisamente el mantenimiento a ultranza de esa identidad, alentada naturalmente por el soplo mágico que cada protagonista pueda insuflar a su hacer, y este es el caso de Andrés Eloy, quien responde con su mágica pluma al Pueblo de donde viene, y con quien canta fidelísimo desde sus inicios:

“Pintor de Santos de alcoba, pintor sin tierra en el pecho, que cuando pintas tus Santos, no te acuerdas de tu Pueblo, que cuando pintas tus Vírgenes, pintas Angelitos bellos, pero nunca te acordaste de pintar un Ángel Negro “.

Andrés Eloy intenta imponer su personalidad avasallante, porque dispone de asombrosos medios de expresión literaria, siendo su secreto, el saber hablar el auténtico lenguaje de la sensibilidad popular, manejando como ninguno una gramática interpretativa simple y de profundas proyecciones, leyendo, viviendo y recitando lo que en el fondo de las almas pugna por revelar su misterio en la musical poesía ciudadana, poniendo al alcance de todos, una obra mediante la cual, nadie deja de entenderse.

Sus versos se tornan en hermosas coplas, pletóricas de puro sentimiento, por cierto, a veces nada plácidos, al estar elaboradas con dolores del ser humano, de la magnitud dramática del amor o la alegría imaginativa de un Pueblo que quiere y desea afirmarse en la poesía popular, porque la concibe como forma esencial para definir tonalidades creativas de vida.

Como hombre religioso, Blanco no es una idea abstracta, sino un hombre situado, configurado vitalmente por dos coordenadas: tiempo y espacio, modelado por ríos y montañas, amasado por el Llano y la Ciudad, un ser concreto, con su ritmo y cultura, geografía y raíz de tierra, el contorno telúrico se hace compás, danza y melodía le prestan su imagen y poesía.

Andrés Eloy hace de la cotidianidad popular, no sólo su alimento, sino su forma de decir, abrirse y comunicarse , exteriorizar sus penas, alegrías, desdichas, amores, esperanzas e inquietudes.

El escritor es un tipo sencillo, completo, de verbos potentes, calibrados cuidadosamente para dar el punto exacto de un sentido poemario popular.

Su pluma se torna en hermosa y mágica protagonista de sus recitales literarios, mientras cumple con sus dos objetivos primordiales: el conocimiento de las necesidades del Pueblo, y la sapiencia del artista, lo melodramático puesto en la anécdota, en la idea de la letra.

Su temática, como expresión poética es testimonial.

Se adentra en valores humanos de intimidad del alma latinoamericana, proyectando valores de comunidades populares del continente, y por ello, nos entendemos por medio del arte de Andrés Eloy.

En todo momento, el cumanés mantiene su mente abierta, aprendiendo a aceptar críticas y cambios, siempre firme a sus propios fundamentos, tomando con humildad cualquier elemento de vida que le permita crecer como ser humano, a través del cultivo de la bondad.

Al cumplirse 128 años de su natalicio, podemos afirmar, sin ningún tipo de miedo al equívoco, que sus letras continúan encendidas en el corazón de las comunidades populares, identificadas a plenitud con las legendarias estrofas de su maravillosa obra literaria.

miércoles, 30 de julio de 2025

A manera de aclaratoria

 



-Manuel Cabesa-


No recordaba que ser joven no es sinónimo de aceptación, de vida que comienza sino de desolación en un mundo dominado por adultos, que si alguna vez fueron jóvenes decidieron olvidarlo y asumir el rol de jueces y censores que antes padecieron, criticaban y por los que iniciaron sus batallas para ser lo que ahora son. Parece que así funciona el ciclo de la vida.



A mi vera han llegado como residuos que la mar trae a la orilla, resabios sobre la actividad Poesía en la Casa insinuando su trasfondo político, la superficial actitud de las poetas al autopromocionarse, la inexactitud de alguna información emitida y otros etcéteras, como los que me ponían mis tías y mis maestros cuando me salía del carril.



O sea, los años pasan pero nuestra manera de asumir el mundo no. Con razón Stephen King dice que ser joven no es sino parte de las desgracias que nos toca vivir en este valle de lágrimas. 



En este punto me tomo la libertad de aclarar por mi cuenta y riesgo que: 


a. Esta actividad no pertenece a ninguna institución o dependencia del Gobierno de Aragua aunque los promotores trabajen o hayan trabajado para tan noble ente; 


b. Que nada tiene que ver con la Escuela Nacional de Poesía Juan Calzadilla aunque se la mencione ya que algunas de estas muchachas gozaron del beneficio de participar en ella y si la nombran es en señal de agradecimiento; 



c. Que los espacios donde ha de realizarse son de una empresa privada que tiene como parte de su visión y misión promover el turismo y la cultura del estado; 


d. Que para nada tiene la actividad ningún cariz político o ideológico ya que ni los organizadores ni quienes brindan su apoyo son representantes de ningún partido y su único interés es divulgar la literatura y el arte de la región sin reparar en esas mezquindades; 



e. Y en cuanto a lo de la autopromoción: ¿qué otra cosa podría esperarse en una época donde las redes son la principal plataforma para exhibirse en situaciones bastante inocuas como comerse un helado o comprar una pastilla de jabón?. 


Las mismas poetas decidieron poner en práctica aquello que conocen y manejan como buenas ciudadanas de esta era digital en beneficio de su actividad con la gracia y la malicia que corresponde a su edad y como hacen todos los grupos culturales, políticos y sociales sin importar sus objetivos.


Triste malgastar palabras para recalcar lo obvio pero, al parecer, esa es la dinámica permanente de estas situaciones. 



En todo caso lo importante es que los espacios están abiertos y que lo mejor del espíritu humano se renueva en cada generación que asume el riesgo de nombrarse a sí misma a través del arte y la poesía; que el divino fuego de la palabra traspasa su antorcha sin importar la edad, género, raza, credo, ideología, tamaño, condición física, económica ni mental que siempre nos diferencian.


Bienvenidos todos, sean recibidos con los brazos abiertos a este encuentro con las Musas.

martes, 13 de mayo de 2025

Naranja surrealista

 

Foto: Marco Antonio Ramírez


-Marcos Veroes Vegas, estudiante de Francisco Rojas Pozo-


Cuando asistimos al teatro la expectativa está presente. Es inevitable que la imaginación comience a volar con lo posible, lo probable. En ocasiones nos embarga la desazón, pero en otras ocasiones nos agrada constatar y ser testigos de que en Aragua sus artistas continúan apostando por la realización de trabajos que superan los límites de lo aceptable.

La confirmación de que somos pertenecientes al humano ser, como dice el maestro Víctor Bravo, es nuestra vena sensible. Y cuando se posee el talento para plantear un espacio escenográfico sugerente, atractivo y poético estamos en presencia de un equipo de creadores y artistas que apuestan por las cosas bien hechas. Cuando la iluminación escenográfica acompaña las acciones corporales o crean espacios delimitados y precisos demuestra que el azar ha sido conjurado.

Todo lo que he expresado hasta ahora es a propósito de la presentación de "Naranja surrealista" realizada el pasado miércoles 07 de mayo. Se trata del planteamiento escenográfico propuesto por el bailarín, actor y director Erly Ramírez a partir de un poema de Eleazar Marín. Un título quizás algo pretencioso pero que cumple con el elemento estimulante de la imaginación. 

En cuanto a lo que se transmite desde la escena están lo sublime de la edad adolescente, lo encantador del amor de niños, el desencanto ante el rechazo, el dolor de la separación y la valentía ante la vida que siempre se hace en presente.

Éste hermoso equipo conformado por las bailarinas Ibelice Lagos, Sabrina Loaiza, Daliana Yuliby, Karlene del Valle, Seendekk Tineo bajo la dirección del también bailarín Erly Ramírez crean momentos sublimes y conmovedores. La iluminación es creación de Ender Cardozo y el maquillaje a cargo de Carolina Duarte y Carlenes Tovar. Elida Navas, Arnoldo López y tantos otros que aportan y apoyan para que esta estupenda puesta en escena sea lo que es. Gracias por tanto.