miércoles, 2 de abril de 2008

El destino

El hombre transitaba por los recovecos de su memoria, mientras una ráfaga de viento abofeteaba su rostro con la finalidad de hacerle entender los misterios del infinito. En ese pequeño instante pensó en el suicidio. Era demasiado pronto para comprender que había muerto cuando soñaba.

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Rafael Ortega